viernes, 11 de septiembre de 2009

COMERCIAL

El aparato auditivo de la gente ha sido extirpado. La gente recibe según que frecuencias y esta claro que en ellas no habitan los pensamientos de los demas. En el intervalo de tiempo que sucede mientras el interlocutor aparenta que "escucha" lo unico que hace es pensar lo que va a decir. Vivimos en una sociedad imagen. Lo importante no es lo que eres, en tu interior, en casa desnudo en el silencio de la noche enfrentandote frente a ti mismo. Lo importante es la imagen que trasladas al exterior. Y lo que es peor, es importante de verdad para esas personas.

Es un mundo audiovisual donde todo parece un gigante aparato televisor que nos manda sus imagenes y sonidos en forma de ondas. Nadie se plantea (o si, en esa soledad, en ese espejo) si son felices o desdichados, lo que les importa es que los demas piensen que "son felices", aparentar ser felices, por eso "venden" (gran mundo "marketinzado") una imagen, echa a semejanza de lo que creen que los demas envidiaran.

He estado con tantas chicas, he viajado tanto, he salido de fiesta hasta las ocho de la mañana (¿pero has disfrutado?), repiten simulacros vacuos sin ser conscientes de si lo hacen porque les divierte o tal vez sea una puta obligación social. De esa "venta" deriva la envidia. Les cuentas tus cosas y ni siquiera las valoran, ellos siempre lo pasaron mejor, y arden (en serio) en deseos de contarte sus graciosas y divertidas y exoticas experiencias que evaluadas desde un punto exterior y social parecen magnificas. Ay, pero que putada¡, la valoración nunca es exterior, ni social, o no la que te afecta. La valoración es interior y personal. Y hay llegan las lagrimas, en casita con la tele de fondo y una mierda de pizza.

Se han convertido en comerciales de su vida. Lo importante no es vivirlo es publicitarlo, exibirlo, pornografiarlo. ¿que importa que estuvieses en Estambul si tus mierdas de fotos con la aburrida de tu novia y los peñazos de tus amigos no aparecen en el facebook? ¿que vale que vayas de fiesta a Cuenca si no eres capaz de contarlo por mail, por tfno, en persona a esos amigos a su vez "emocionados" por haber estado de fiesta en Parla?....venden felicidad como se vende humo. El sumun de su felicidad no es el acto en si, si no que en el facebook la plebe les corrobore lo felices que son ("como te lo montas", "tu si que viajas", "anda que no vives bien")

La tristeza esta denostada en esta sociedad. El llegar y decir que mal estoy, estoy triste, me siento solo, no se estila si no tienes una causa social (me ha dejado el novio, me ha caido una puerta encima...) que lo justifique, nadie llora como rie falsamente. La risa la imitas, la fuerzas, la fabricas, el llanto lo contienes. Una clara descompesación. El llanto es asocial. No lo quieren ver. No vende. Por eso muchas veces omito contarle mis experiencias a segun que personas, que probablemente ya lo sepan (1), probablemente ellos lo pasaron mejor (si les cuentas algo bueno)(2), probablemente ellos lo pasaron peor (si les cuentas algo malo) (3), probablemente no te escuchen (4), o probablemente le saquen pegas (o esa un viaje tipico, o sea que te aburriste...o sea que eres gilipollas) (5)


Y mientras ellos viven las vidas que creen que han de vivir, se olvidan de vivir la que les ha tocado vivir, y lo que es peor la que ellos quieren vivir. Que tal vez nunca lo sabremos o nunca la encontremos.

En eso estamos

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