El que tiene el poder lo puede usar. Lo puede usar para dialogar, para compadecerse, para ayudar, para integrar, para negociar. Pero tambien lo puede usar para masacrar, para aplastar, para vejar, para arrasar. Israel ha elegido la segunda opción, a parte de la compleja situación acerca del estado palestino o israeli, ambos tierras prometidas por sus igualmente respetables religiones, Israel es el país mas fuerte en un juego de fuerzas desigual. La cohabitación no parece posible y el fuerte genera violencia atacando a los debiles, sembrando el germen de la violencia. La violencia ni se crea ni se destruye, solo transforma. Y la violencia y opresión que genera israel se transforma en ira fanatica e irracional palestina, que a su vez se transforma en la defensa y el miedo del propio Israel. La pescadilla se destroza la cola.
El episodio acaecido en aguas internacionales contra la fragata humanitaria pone al fuerte contra las cuerdas morales, si es que alguna vez estuvo fuera de ellas. Israel se salta toda la legislación internacional que parece no aplicarle y crea un bloqueo arbitrario e indiscriminado ( matan moscas a cañonazos, y en sus ataques mueren los terroristas y el resto de población inocente, que automaticamente muta en potencialmente culpable), no respeta los acuerdos internacionales sobre la existencia del estado palestino y para colmo muestra en un alarde de espertentica fuerza su dominio en unas aguas que no son suyas y sobre una gente que no tiene autonomía.
Los integrantes de la fragata humanitaria no llevaban armas, su misión era clara llevar medios humanitarios a Gaza y saltarse las reglas marcadas unilateralmente por Israel en una clara provocación. Pero una provocación contra una ilegalidad. El fondo podría tener algún atisbo de discusión para los prosemitas. Pero el que discuta la forma empieza a tener un claro problema de sectarismo. Desde helicopteros cargados de soldados fueron asesinadas 13 personas antes de mediar palabra, los videos que esgrime Israel contra la fragata dan vergüenza ajena (israelita) al calificar de armados a esos hombres con salvavidas palos y botellas cortadas que se intentan defender del mejor (dicen) ejercito del mundo ataviado de trajes profesionales, armas profesionales y entrenamiento profesional. Aunque en luchas desiguales es experto el ejercito Israelí, armas contra piedras, bombas racimo y de succión (armas ilegales usadas en Libano) contra palos, fosforo blanco (ilegal desde las Convenciones de Ginebra de 1980 usado en Tel Aviv) contra cocteles molotov.
En esta ocasión, de un lado medicos, especialistas de ONG, periodistas, escritores de diferentes culturas y nacionalidades cargados de ayuda humanitaria, del otro militares profesionales armados representando a su reciente país, Israel.
No puedo ni tengo mas que decir.
