Vuelven a ser invisibles.
Musito el cámara, los compañeros recogían los aparatos de televisión. Los
reporteros guardaban sus portátiles y miraban sus móviles con impaciencia, las
furgonetas de los diferentes medios de comunicación empezaban a marchar. Mientras
organizaba su equipo en la parte de atrás del coche, no pudo evitar echar la
vista atrás. El cristal, la distancia y la lluvia difuminaban lentamente la
imagen llena de ojos hambrientos al otro lado de esa valla, haciéndola ya, casi del todo invisible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario